sábado, 31 de diciembre de 2016

El "caranchoa" y otros insultos originales del castellano

De todos los videos que han salido a lo largo del año, por su repercusión y por las fechas en las que ha pillado, el “cara anchoa” es posiblemente uno de los que quedará en el recuerdo para despedir el año, a mi me hizo pensar una cosa, y es la riqueza del castellano incluso en materia de insultos graciosos o a lo menos un tanto curiosos que se podían ver en el video.
No hace falta un gilipollas, imbécil o cabrón para mosquear a alguien se le puede fastidiar de una manera un poco más sutil aunque en muchos casos no se sepa lo que te estén diciendo.
A continuación os traigo una recopilación de los más divertidos que he visto:
-          Peinaovejas: sin personalidad

Eso es lo que le decían al peluquero de Neymar antes de que se diera a conocer, hasta que un día en una aldea cercana se encontraron con esto:
Ahí es cuando se dieron cuenta de que tenía madera de artista y dio el salto a la fama

-Pelagatos: Persona insignificante o mediocre, de baja posición social o económica.
En mi opinión debería de significar héroe o inconsciente ya que cualquiera que haya compartido espacio con un gato durante un período algo largo se habrá dado cuenta de que ya cuesta a veces acariciarlos sin que se pongan farrucos como para llegar y pelarlos.
Como historia verídica diré que he llegado a ver a mi padre duchar al gato y por precaución le sujetaba con unas bridas como si se tratara del preso más peligroso de Guantánamo.
-          Bastardo: hijo de lechero
Literal,  se ve que el mito del butanero no tiene tantos años como nos creemos y es que eso de ir de puerta en puerta diciendo: “soy el lechero y le traigo leche de la buena”  debía ser lo mas sexy allá por esa época dorada en la que la televisión solo tenía dos colores y los niños no se quedaban todo el día en casa pegados al móvil.

-          Aplaudenalgas: gay
Aunque todos sabemos que las únicas personas con esta habilidad son las hermanas Kardashian, de hecho, cuenta la leyenda que si todas las hermanas se juntan e intentar aplaudir con sus culos podrían alcanzar el mismo nivel de decibelios que los aplausos del último concierto de Queen en el estadio de Wembley.

-          Ablanda brevas: persona inútil o pusilánime
Creo que nada más lejos de la realidad cualquier profesión que vaya ligada a la comida merece un respeto, así que levantemos nuestras copas y brindemos por todos aquellos que trabajan pelando pipas y tienen la suficiente fuerza de voluntad para no comerse ninguna.

-          Conchuda: prostituta
Una palabra muy argentina y fácil de deducir, ya que si nariguda es aquella persona que tiene mucha nariz, pues conchuda tiene que ser obviamente…. Eeeh bueno que seguimos en horario infantil
-          Metralleta: tartamudo
Poco que añadir, si alguno quiere una explicación ahí van un par de chistes tontos


-          Abrazafarolas: borracho
Dependiendo del lugar tan pronto se pueden abrazar a una pared, a una chica o a un colega si la situación es de gravedad y es que la farola aunque tenga ruedas no te llevara a casa. Si llegas a ese estado de embriaguez es porque eres un auténtico..
-          Bebecharcos: que bebe todo lo que pille
Así que ambos insultos van cogidos de la mano
Los obreros son expertos en el arte del piropo, pero de la construcción también salen algunas cosas crueles tales como:
-          Cuerpo escombro: tío flojo, sin fuerzas, repelente
-          Pecho lata: este curiosamente es todo lo contrario, aunque pueda sonar mal a primera vista, es alguien cuya musculatura está bastante desarrollada y es que según algunas versiones se dice que venía de la época de los romanos, cuando los ciudadanos decían:
“ Que trabajen los romanos que para algo tienen el pecholata” ( haciendo referencia a sus armaduras”
Que no se diga que no meto una pincelada de cultura….

-          Zurcefrenillos: persona que hace actividades propias de un insensato



-          Artabán: para referirse al cuarto rey mago que no vió al niño Jesús
En lo que vendría a ser en el vocabulario actual aquella persona que se pierde un acontecimiento y a la mañana siguiente recibe mensajes de todos los presentes del tipo:
“ Madre mía que noche, la que te perdiste ayer”
Claro que por otro lado…. A lo mejor ese cuarto rey mago puede que tuviera un retortijón y en lo que se paró para aliviarse ya perdió al grupo ( ya me parecería mala suerte que de rey mago quedes durante siglos con la imagen de caganés).
-          Pataliebre: dícese de alguien que siempre la caga
Es curioso que sin embargo, para muchas personas eso pueda ser considerado un amuleto.
Y otros tantísimos más la lista en inmensa, algunos con significados más difíciles de buscar o en el olvido han quedado como palabras rurales o para decirle a alguien cuando estás enfadado, tal como hacía José Mota con su personaje del cansino histórico.

En fin, mejor dejarlo aquí que si no uno no sabe cuando parar, como quedan pocas horas para acabar el año quiere dar las gracias a todos los que habéis leído alguna de mis entradas sean de humor, de pensar, o algunos relatos como los de estos últimos dos meses en los que he decidido variar un poco mi registro, ya que no me gusta estancarme y tener siempre algo diferente que contaros.
A los que seáis lectores más habituales, pediros disculpas por haber estado más ausente estos últimos meses, debido a mis estudios, los horarios y las horas a las que llegaba a casa apenas encontraba ganas de seguir pegado al ordenado, espero no haber acabado con vuestra paciencia y este año seguir con más ganas si cabe compartiendo todas estas locuras que salen de mi cabeza.
Feliz año


martes, 20 de diciembre de 2016

El silencio de los horrores: el desenlace

Después De aquello todo cambió, el equilibrio de poderes había caído hacia el otro lado como un balancín y amenazaba con quedarse ahí. La ciencia había ganado al puño y Fred merodeaba por la universidad con más pena que gloria, pero ese era el menor de sus problemas, cada vez que desconectaba o que se quedaba solo no podía gozar de un rato de silencio a solas con sus pensamientos. Aquellos ruidos internos le perseguían como su sombra en un día de mucho sol.
Días y días pasaban sin poder conciliar el sueño con esos escalofriantes sonidos que se apoderaban de sus pesadillas. Ni siquiera los psiquiatras sabían qué hacer, había desarrollado una extraña claustrofobia a estar encerrado consigo mismo, pero, tras una semana…. Encontró la solución.
Eran las 10 de la noche y Cornelius descansaba tranquilamente tras un largo día. Estaba ya casi quedándose dormido delante de la televisión cuando, de repente, sonó la puerta con un terrible estruendo, parecía una tormenta pero entonces volvió a sonar una segunda vez aún más fuerte. Cornelius se levantó sobresaltado y abrió
-      ¿Fred? ¿Qué demonios haces aquí?
-      ¡Hola Necos! Imagino que soy la última persona a la que querías ver. -Dijo con un aire desquiciado en su mirada
-      Es tarde, no deberías estar aquí. ¿Qué quieres?
-      Has arruinado mi vida y como te dije ahora yo voy a destrozar la tuya.
-      ¿A qué te refieres?
-      ¡A la cámara, tu maldita cámara me ha costado la cordura! No logro sacarme esas voces de la cabeza. Pero hoy acabaré con ellas y te arrastrare conmigo
-      Vale Fred, creo que estás muy alterado, podemos hablarlo mañana tranquilamente.
-      No puedo esperar a mañana, va a ser ahora, me apuñalaré con uno de tus cuchillos y al ver que tiene tus huellas te pasarás la vida encerrado. Morirás en la cárcel, el final de una prometedora carrera de un genio que fue consumido por el éxito. –Exclamo Fred ya jugueteando con el cuchillo entre sus manos.
-      Mira, se que en el pasado hemos tenido nuestras diferencias pero si de verdad te he causado todas esas molestias me disculpo sinceramente y haré lo que sea para que te recuperes. – Decía mientras caminaba muy despacio por la estancia acercándose a la mesilla.
-      Esto ya no tiene arreglo, me voy a ir a lo grande de este mundo sabiendo que tu vivirás para contemplar tu miseria
En ese momento Cornelius agarró el jarrón de la mesilla y se lo tiró a la cabeza Fred, este evitó el impacto tapándose con los brazos y en ese segundo de confusión Necos se le lanzó encima tratando de arrebatarle el cuchillo. Juntos el uno al otro por la empuñadura de aquel arma iban pegándose golpes con las paredes y objetos de la estancia, cuando un puñetazo de Fred le zafó definitivamente, momento que aprovechó para salir corriendo hacia la terraza. Necos se levantaba como podía tras aquel golpe que le había dejado sangrando la nariz.
-      Se acabaron los juegos, lo haré aquí con estas estupendas vistas a la calle para que lo disfruten tus vecinos más trasnochadores cuando se asomen.
Cornelius salió corriendo y antes del fatídico final de su compañero le agarró del brazo, trataba de compensar la fuerza de su rival, pero un cerebrito como él poco podía hacer contra un atleta y más cuando este aprovechaba la fuerza de la barandilla en su favor. La delgada hoja del cuchillo ya le estaba rozando el estómago cuando la barra de la barandilla cedió y ambos cayeron al vacío.
Es curioso como el destino caprichoso juega sus cartas, aquella caída desde el primer piso con un poco de fortuna no debería de haberles costado la vida pero así lo hizo con ambos… al menos de diferente manera.
Cornelius Cosby (alias necos) aunque sobrevivió a la caída murió una hora más tarde cuando era trasladado al hospital.
En cuanto a Fred, consiguió sobrevivir a la caída y nadie le ha vuelto a oír hablar de las voces, sin embargo, en el centro de discapacitados de Wisconsin todo el mundo habla del mismo hombre, un chico joven postrado en una cama, sin la capacidad de hablar y que solo puede mover la cabeza, si vas a visitarle comprobarás que tiene unas grandes ojeras y lo ojos inyectados en sangre como tratando de decir algo de lo que jamás nos enteraremos. Nadie podrá saber de qué se trata y aunque en aquel gran cuarto casi nunca entra nadie, por desgracia para él, jamás está solo, ni siquiera consigo mismo.
FIN

Como ya dije al principio de este relato esto es solo una historia ficticia, pero basada en hechos reales, en mí universidad tuvimos la oportunidad de entrar a una aunque con la puerta abierta solo notamos como los sonidos se atenuaban, aparte, para los que quieran satisfacer su curiosidad científica aquí está la noticia que me inspiro:


domingo, 11 de diciembre de 2016

El silencio de los horrores: segunda parte


Solo, encerrado, preso de un silencio que como una mano, le presionaba la garganta ahogando cualquier aliento. Aquellas paredes que el día anterior habían sido una sala de fiestas hoy se habían convertido en una sala de tortura. Lo único que le mantenía cuerdo era su propia conciencia, esa voz de nuestra cabeza que siempre inoportuna nos dice lo que no queremos oír.
-          Calma, esto acabará pronto, el de mantenimiento pasará pronto a cerrar y a ver si está todo en orden o si no será el segurata, me tumbaré y esperaré.
Pero los minutos pasaban y la sensación era insoportable. Primero, un dolor en el pecho que se asemejaba a una persona de pié encima suya; estaba inquieto caminaba en círculos, la sala se le hacía pequeña mientras golpeaba las paredes con semejante impotencia, pues las luces estaban todas encendidas y eso daba aún peor sensación, pues cada grito, cada movimiento se veía con perfecta nitidez y no lo acompañaba ningún sonido haciendo que su propia mente desquiciada se empezara a volver en su contra diciéndole que no había escapatoria que podía ser su final.
Tras 25 minutos estaba con los ojos como platos, inyectados en sangre, tirado en el suelo, tiritando.
35 minutos, las uñas comidas…. 40 minutos, la piel llena de arañazos, pues era la única forma de sentir algo, el dolor era la única manera de mostrarle que aún seguía vivo y el resto de sus sentidos le acompañaban.
Pero a los 45 minutos… de golpe un sonido como de tambores, miraba a todas las esquinas, pero no veía nada, los golpes cada vez se hacían más intensos, se atrinchero en una esquina esperando su final, pues parecía que el techo se le iba a caer encima, pero… nada sucedió, el sonido se ralentizo, parecía más constante y entonces lo entendió todo. Se echó la mano al pecho y corroboró la evidencia: estaba escuchando el sonido de su propio corazón.
Sus oídos llevaban un buen rato buscando sonidos y viendo que fuera era imposible captar nada, los encontró dentro de él. Después de un rato vino la respiración y más tarde una especie de sonido de masticación como si una colonia de hormigas devorara un cadáver que era el ruido de la sangre desplazándose por su cuerpo llegándole a su cerebro bajando y volviendo indefinidamente
-          ¡ME QUIERO MORIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIR!
Gritaba él dentro de su cabeza, pero ya ahí ni siquiera se oía, silenciado por todos los sonidos de su cuerpo ya no le acompañaba ni su propia conciencia.
Y en ese momento sus plegarías fueron escuchadas, y la puerta se abrió por fin.
El que fuera el matón de la universidad, tan poderoso, tan temido, salió a gatas sin poder echar más lágrimas, sin uñas con las piernas ensangrentadas, empapado en su propio sudor y orina.
Su captor se puso delante de él y le dijo:
-          Estos 50 minutos compensan los 5 años de tus abusos. Estamos en paz, ¿Qué has sentido? Para que lo apunte en mi investigación.
Se oyó entonces un susurro desde el suelo:
-          Voy a hacerte la vida imposible, tanto, que desearás estar muerto.

Eso es lo que él se creía, pero, lo que no sabía en ese momento, era que su mente perturbada después de semejante experiencia jamás le dejaría volver a estar a solas consigo mismo.

CONTINUARÁ...