Querida hermana
Ha pasado mucho tiempo desde que empezó este viaje, pero no
el suficiente como para que cierre los ojos y pueda evocar todo lo que ya hemos
vivido, recuerdo esos días en los que apenas podías caminar gateabas o dabas
tus primeros pasos torpemente siguiéndome a todas partes, por aquel entonces
apenas sabías hablar y me costaba horrores entenderte, admito que ha pasado
mucho tiempo y cada vez me cuesta más pero es por asuntos diferentes, por aquel
entonces la vida era mucho más fácil nos podíamos pasar las tardes muertas
viendo las mismas películas y repitiendo los diálogos, jugando con un globo o
correteando de aquí para allá, ahora ya solo corremos para coger el tren por
las mañanas, nos hemos vuelto tan esclavos de nuestros horarios que aún
viviendo en la misma casa podemos pasarnos días sin vernos, ya lo decía Chenoa
en aquella canción: cuando tu vas yo vengo de allí y cuando yo voy tu todavía
estás allí, ¿recuerdas cuando me invitabas a tu casa? La imaginación convertía
unos cojines y un par de sábanas en un castillo en el que pasar tardes enteras
y cuando llegaba la noche encender la linterna y salir a inspeccionar la casa
como si fueran las profundidades de una cueva, ahora la única luz que permanece
cuando llega la noche es la de mi flexo incansable compañero que me acompaña en
mis aventuras por interminables libros de problemas por resolver, ¿qué
problemas había entonces? Riñas tontas que se arreglaban enseguida con un
abrazo, tu siempre aprovechabas la condición de ser la pequeña para sacar
ventaja con papá y mamá y no te culpo porqué es algo que está en el manual de
los hermanos, que un “no te soporto” significa “te quiero” y un “eres un
pesado” es “quédate un rato más” y cuando crecimos y nos íbamos de viaje con
los amigos a ti se te ponían los ojos vidriosos por culpa de la alergia como me
decías y te despedías fríamente y yo te
decía lo bien que iba a estar descansando de ti durante unos días, se que
ninguno nos lo tomábamos a mal porque era la manera de decir que nos echaríamos
de menos aunque no lo expresáramos con esas palabras y al llegar la noche tu
entrabas en mi cuarto a contarme tus anécdotas inconscientemente como cada día
y hasta que abrías la puerta no te acordabas de que ya no estaba, yo llamaba a
casa y los días en los que no podías ponerte me faltaba algo, daba igual estar
con todos los amigos porque seguía faltando la más importante.
Y continuamos creciendo y los intereses cambiaron y aunque
cada vez fuéramos más diferentes era inevitable que se nos pegaran las cosas
del otro aunque nos parecieran absurdas, yo odiaba tus canciones pop y al final
las acababa cantando contigo, tu odiabas el fútbol y ahora te sabes hasta los
dorsales de memoria, dentro de nuestras diferencias se convirtieron en nexos
para seguir pasando tiempo juntos, como dos amigos, aunque sabes que habrá días
en los que tenga que actuar como un padre y ponerme protector y pesado y en
plan detective para saber si la gente con la que te juntas es de fiar, no lo
tomes a mal solo será al principio al final todos tenemos que volar solos y si
es necesario caerse y despellejarse las rodillas del golpe y saber que se puede
contar con el otro, y al verme con el corazón roto o en mis días malos cuando
todo era difícil, cuando ni yo confiaba en mí, cuando era tan fácil dejarlo
todo, tú estabas ahí, cuando me rompo en mil pedazos vienes y me ayudas a
montar los trozos como cuando de pequeña hacías todos esos puzles, nunca
dejabas uno a medias y conmigo tampoco me diste por imposible y yo hago lo
mismo contigo, que en tus días malos no hay quien te tosa, me dices que te deje
en paz pero después de un rato haciendo el payaso te ríes, porque como ya dije
todo forma parte del código.
Y ¿qué pasará cuando se separen nuestros caminos? Se acabará
eso de recorrer el pasillo y tocar a tu puerta para molestarte y hacer el
indio, se hará más difícil si toca cruzar el barrio o el Atlántico, porque uno
sabe donde empieza pero no donde termina, ese día que hagamos la maleta por
llena que esté y esfuerzo que conlleve cerrarla cada uno se llevará un pedacito
del otro, lleno de historias, recuerdos y enseñanzas.
Aquel día que llegaste del hospital esperaba un hermano y no
fue así y durante todos estos años esperaba tener una hermana y tampoco ha sido
así, en su lugar he tenido multitud de personas contenidas en una sola
A mi mentora, madre, compañera de aventuras, psicóloga,
estilista, amiga y hermana
Gracias
Que nos podamos estar estorbando durante muchos años, eres
el ser más molesto que voy a encontrar
PD: no te lo tomes al pié de la letra, ya sabes por el
código lo que significa
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