“Sabemos cuando llegamos, pero no cuando volveremos”. Esa
gran frase que parece asociada a militares en guerra o a adolescentes fiesteros
un sábado noche fue lo que se aplicó a nuestro grupo de amigos esta semana
santa
Era un sábado soleado de semana santa (para variar por una
vez) y nos dirigíamos a la Warner para pasar un día de desenfreno. A la ida
Renfe desde San Sebastián de Los Reyes hasta Pinto y desde allí bus hasta la Warner,
90 minutos de viaje. Un viaje largo, si, pero, hablando se pasó sin que nos
diéramos cuenta.
El día fue fantástico (como la Warner no me paga por hacerle
publicidad evitaré dar detalles de ningún tipo) pero entonces, llegó la hora de
irse. Nuestro bus salía a las 22:15 y nosotros decidimos irnos a las 21:45…como
cientos de personas que colapsaban el camino. Ya cuando conseguimos llegar a la
parada estaba a rebosar, con casi 100 personas. No sabíamos si podríamos
entrar, pero aquí, se fraguó nuestra salvación. La parada era para los
autobuses 410 y 412, mientras que el
poste que había a 100 metros era para el 413 (el único que funcionaba a esa
hora y que nos sacaría del parque) pero muy pocos nos habíamos dado cuenta, 100
personas seducidas por aquel flautista de Hamelin hecho parada. Así que al
llegar el bus y pararse en el poste se armó la guerra:
-
Señor: oye colega, la parada está ahí delante
donde estamos todos haciendo la cola. (gritaba al conductor con un aire de
chulería)
-
Señora: perdona, pero el 413 es en este poste,
el que os hayáis equivocado no es problema nuestro.
Lo que pasó en aquel momento ya es borroso a mis oídos, la
gente protestaba por uno y otro bando y aprovechando la coyuntura el resto nos
enganchamos en una conga e intentamos ponernos en un puesto prioritario para
entrar; aunque fue difícil, lo logramos. No sin antes pasar por algo así:
Entre gritos y disgustos conseguimos no solo entrar, sino
estar sentados y todos juntos. El bus salió sin incidente a las 22:15 pero
llegó un problema en el que no habíamos pensado…. ¿A qué hora salía el último
tren de Pinto? A las 22:36.
A la ida el bus hizo el recorrido en 15 min pero ahora había
mucho tráfico y apenas podíamos avanzar, así que a las 22:38 llegamos a Pinto
corriendo esperando que el tren se hubiera retrasado y poder cogerlo, pero no
fue así. El único tren que quedaba iba hacia Aranjuez totalmente en dirección
contraria.
Así que con el tren cerrado, sin metro a la vista y en un
pueblo en el que nunca habíamos estado las opciones estaban muy reducidas. Me
acerque a preguntar al conductor del bus circular y nos dijo que bajando dos
calles en dirección a la iglesia encontraríamos una parada donde coger el
último bus que pasaba en 10 minutos o en su defecto el búho que pasaría ya
pasadas las 12.
Agarramos el google Maps las pocas fuerzas que nos quedaban
en los pies y nos encomendamos a esa última parada.
8 Minutos después de preguntar a varias personas (las cuales
se preguntaban qué demonios hacíamos allí a esas horas, ya que no había nada de
valor por lo que hacerse un viaje tan largo) llegamos a la parada, pero para
nuestra sorpresa ese famoso bus del que nos habían hablado, 20 minutos después
no había venido.
Así que allí nos encontrábamos 6 personas, empapadas algunas
hasta en la ropa interior por no haber tenido ropa para cambiarse tras las
atracciones de agua y hasta con las toallas por encima, congeladas de frío, en
mitad de la nada a las 23:00…. Entre Pinto y Valdemoro
…..CONTINUARÁ.
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