lunes, 20 de junio de 2016

La generación "Ysi"

Hace ya algunos años se acuñó el famoso término que daba nombre a una generación de perdidos: la generación “Nini” una serie de personas que les unía una capacidad, la vaguería, está claro que debido a la situación económica no solo de este país sino a nivel planetario en los últimos años encontrar trabajo era tarea muy complicada o casi imposible para algunos, es por eso que a la sombra de estos jóvenes sin hacerles mención hasta ahora había otra generación que se ha mantenido a la sombra de estos pero a la luz de sus flexos son los que voy a llamar: la generación “ysi” este grupo (que puedes ser tu mismamente y que te sientas identificado según lo lees) está compuesto por personas que terminaron su ESO, su bachillerato, su módulo o lo que sea, consiguieron algo de valor académico y cuando se hicieron la pregunta de ¿ qué hago ahora con mi vida? Vieron la situación que había, se miraron ellos mismos y exclamaron: ¿y si sigo estudiando?
Sin embargo tampoco se puede clasificar a todas estas personas en la misma bolsa porque las circunstancias de cada cual son diferentes, a algunos está bien seguir motivándoles para que sigan prosperando y en cambio a otros hay que hacerles que den el salto, seguid leyendo y sabréis a lo que me refiero, estos son algunos tipos de estudiantes de la generación “Ysi :
1)El vividor: esta persona tiene la capacidad de ser brillante o al menos de haber elegido una rama en la que explota al máximo sus capacidades, consigue todo lo que se propone y con un esfuerzo no demasiado extenuante, si aún vive con sus padres es posible que no necesite demasiados caprichos y por tanto trabajar no es algo que le corra prisa que piense en acabar su carrera o su módulo y tras ello se lance a estudios superiores: masters, doctorados, módulos superiores,etc. llegando un momento en el que por la oferta de empleo actual esté sobre cualificado para la mayoría de los puestos, sin embargo, el hecho de llevar una vida de éxito académico, tiempo libre y placeres le hará posponer el fatídico momento unos años más.
2)El forzado: este grupo a diferencia del anterior es más emprendedor, está deseando acabar para ponerse a trabajar pero cuando llega ese momento se dan cuenta de que hay mucha competencia y con la tan poca demanda que hay, deben ofrecer algo que les haga ser superiores al resto y llamar así la atención de esta forma según les van cerrando puertas deciden seguir haciendo cosas: idiomas, cursos o más estudios superiores ya mencionados antes y ya según van prosperando seguir llamando a puertas hasta que salga algo.
3)El nini camuflado: estas personas al igual que el primer grupo son vividores, solo que a diferencia de los del primer grupo estos no tienen éxito en lo que emprenden es más solo usan el estudio como salida fácil y prolongar con embustes unos años más su estatus de vagos renegados, generalmente estas personas emprenden un estudio cualquiera cuando su familia o tutores les reprenden que si no quieren estudiar les queda trabajar o irse a la calle, ante esta disyuntiva el camino más fácil es “hacer que se estudia” apuntarse a algo y luego cuando la situación se relaja saltarse clases, no estudiar nada y seguir saliendo y disfrutando mientras se da imagen de persona responsable, esta forma de vida tiene fecha de caducidad y suele ser cuando ya no se pueden esconder más las notas o cuando después de repetir las cosas siguen igual.
4)El preso: todo parece muy básico y sencillo de entender, carrera de 4 años, sin embargo, puede llegar a extenderse como un chicle, se sabe cuando se entra pero no cuando se sale, muchos pierden la cuenta de cuantos años llevan estudiando y no saben ni en qué curso están porque van picoteando asignaturas variadas de cada curso pudiendo acabar antes un curso superior debido a que se le atraganta alguna asignatura de los cursos inferiores, estas personas pueden llegar a acumular un gran nivel de frustración y no sentirse realizadas con lo que hacen ya que siempre les están tirando su trabajo por tierra y se les hace sentir inútiles, es por ello que este grupo está deseando acabar para ponerse a trabajar y sentir que todo el esfuerzo ha merecido la pena, ya sea al lado de casa o en el país más alejado del extranjero, el máster u otras historias son cosas que se pueden hacer mientras se trabaja o ya más adelante ya que si no algunos no empezarían a cotizar hasta los 30 años.
5)El cómodo: a estas personas curiosamente no les faltan ofertas de trabajo, sin embargo, son ellos los que se ponen trabas y se sabotean por encontrar aquel trabajo de ensueño que venga como llovido del cielo, investigando encontré dos ejemplos que me llamaron sumamente la atención, el primero hablaba de una chica la cual después de acabar su carrera y su máster la habían llamado de varias universidades para trabajar allí algunas de mucho prestigio incluyendo un par en grandes capitales del extranjero, el sueño de cualquiera, que te valoren allí por donde vas, en cambio, rechazó todas y prefirió seguir con el doctorado y pelear un puesto en una especie de oposición en las cuales las posibilidades de salir elegida eran de un 20%, he de mencionar que la carrera que había estudiado actualmente en España tiene una tasa de desempleo bastante alta, lo cual buscar esa excesiva comodidad si las cosas no salían bien era condenarte a ocupar un puesto más en la cola del inem durante algún tiempo.
El segundo caso me sorprendió no sé si más o menos pero no me dejó indiferente, un joven graduado en ingeniería, recién acabada la carrera tras muchos años de sacrificio se le ofrece un trabajo bien remunerado ; la respuesta es parecida al del anterior: “no he estudiado para acabar de esto”
¿Acabar? Porque habrá personas que pensarán que un trabajo es como el matrimonio de hace siglos que tenía que durar toda la vida el que eligieras, cuando hoy esto me viene a la cabeza de Lewis Hamilton, para los que no seáis fans de la fórmula 1 os haré un resumen para que entendáis que quiero expresar:
En el año 2001 el piloto español Fernando Alonso, al que si imagino que conoceréis llego a la Fórmula 1 al equipo Minardi, el peor de todo el campeonato, estaba claro que en él pocos resultados satisfactorios obtendría, y por supuesto así fue, sin embargo, sus grandes cualidades, su tesón y ambición le hicieron sacarle un rendimiento al coche por encima de sus posibilidades, esas capacidades y esa lucha por crecer cuando las condiciones son desfavorables son lo que llamaron la atención de escuderías mejores en los años posteriores, con el consiguiente premio del campeonato del mundo que ganó en el año 2005 y luego en el 2006, cuando Alonso ya era el rey ( en un equipo que era muy bueno pero tampoco el mejor) decidió seguir creciendo y se fue a McLaren equipo que le dio un mejor contrato y coche (aunque con ellos no lograra ganar al final) ¿dónde quiero ir a parar? El consiguió tocar techo después de 6 años, en cambio, ese año que aterrizó en McLaren su compañero fue Lewis Hamilton, un piloto que consiguió llegar por la puerta grande cuando era un novato, el era un piloto muy talentoso pero aun le faltaba madurar y coger una experiencia que le hizo comportarse como un crío malcriado en sus primeros años, ya que era el niño mimado del director de la escudería. Si no hubiera tenido ese enchufe quien sabe cómo habría sido su debut.
Lo que intento decir con esto es que a veces hay casos en los que se da todo rodado y a las primeras de cambio podemos conseguir cumplir nuestro sueño y ya quedarnos ahí, pero no suele ser lo común, no podemos ir rechazando oportunidades, porque luego cuando aparece la que queremos es posible que lo primero que nos digan sea: ¿qué experiencia tiene usted? Y ahí uno se acuerde de todo lo anterior, no es malo empezar por abajo o por algo que no sea del todo lo que queremos hacer, nadie nos obliga a quedarnos ahí para siempre, se puede aprender mucho, engordar curriculum  y madurar profesionalmente, llegando años después a un puesto de mayor responsabilidad con las cosas claras.
Con esto no pretendo echar la bronca a nadie, ni mucho menos, lo único que quiero decir es que hay que ser ambicioso llamar a todas las puertas posibles y si estas se cierran seguir llamando, que no puede uno quedarse junto al teléfono esperando esa llamada con la que soñamos, que hay que ser pesado, hacer mucho ruido y darse a conocer, que ahora mismo hay poco trabajo y la competencia es altísima, pero que a cualquiera que esté en primera línea se le tendrá en el punto de mira, y eso a la larga da sus frutos.
Por último también hacer una breve mención a esa gente que estudia a la vez que trabaja, ya sea porque quiere prosperar o porque necesita ese dinero no por capricho sino para pagarse la carrera, es otro gran ejemplo de que el que no consigue nada en la vida es porque así lo ha querido.
Como dijo un sabio una vez que debió fracasar muchas veces durante su vida: “Para dar una vez en el clavo es preciso dar antes 99 veces en la herradura”


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