Hace ya algunos años se acuñó el famoso término que daba
nombre a una generación de perdidos: la generación “Nini” una serie de personas
que les unía una capacidad, la vaguería, está claro que debido a la situación
económica no solo de este país sino a nivel planetario en los últimos años
encontrar trabajo era tarea muy complicada o casi imposible para algunos, es
por eso que a la sombra de estos jóvenes sin hacerles mención hasta ahora había
otra generación que se ha mantenido a la sombra de estos pero a la luz de sus
flexos son los que voy a llamar: la generación “ysi” este grupo (que puedes ser
tu mismamente y que te sientas identificado según lo lees) está compuesto por
personas que terminaron su ESO, su bachillerato, su módulo o lo que sea,
consiguieron algo de valor académico y cuando se hicieron la pregunta de ¿ qué
hago ahora con mi vida? Vieron la situación que había, se miraron ellos mismos
y exclamaron: ¿y si sigo estudiando?
Sin embargo tampoco se puede clasificar a todas estas
personas en la misma bolsa porque las circunstancias de cada cual son
diferentes, a algunos está bien seguir motivándoles para que sigan prosperando
y en cambio a otros hay que hacerles que den el salto, seguid leyendo y sabréis
a lo que me refiero, estos son algunos tipos de estudiantes de la generación
“Ysi :
1)El vividor: esta persona tiene la capacidad de ser brillante
o al menos de haber elegido una rama en la que explota al máximo sus
capacidades, consigue todo lo que se propone y con un esfuerzo no demasiado
extenuante, si aún vive con sus padres es posible que no necesite demasiados
caprichos y por tanto trabajar no es algo que le corra prisa que piense en
acabar su carrera o su módulo y tras ello se lance a estudios superiores:
masters, doctorados, módulos superiores,etc. llegando un momento en el que por
la oferta de empleo actual esté sobre cualificado para la mayoría de los
puestos, sin embargo, el hecho de llevar una vida de éxito académico, tiempo
libre y placeres le hará posponer el fatídico momento unos años más.
2)El forzado: este grupo a diferencia del anterior es más
emprendedor, está deseando acabar para ponerse a trabajar pero cuando llega ese
momento se dan cuenta de que hay mucha competencia y con la tan poca demanda
que hay, deben ofrecer algo que les haga ser superiores al resto y llamar así
la atención de esta forma según les van cerrando puertas deciden seguir
haciendo cosas: idiomas, cursos o más estudios superiores ya mencionados antes
y ya según van prosperando seguir llamando a puertas hasta que salga algo.
3)El nini camuflado: estas personas al igual que el primer
grupo son vividores, solo que a diferencia de los del primer grupo estos no
tienen éxito en lo que emprenden es más solo usan el estudio como salida fácil
y prolongar con embustes unos años más su estatus de vagos renegados,
generalmente estas personas emprenden un estudio cualquiera cuando su familia o
tutores les reprenden que si no quieren estudiar les queda trabajar o irse a la
calle, ante esta disyuntiva el camino más fácil es “hacer que se estudia”
apuntarse a algo y luego cuando la situación se relaja saltarse clases, no
estudiar nada y seguir saliendo y disfrutando mientras se da imagen de persona
responsable, esta forma de vida tiene fecha de caducidad y suele ser cuando ya
no se pueden esconder más las notas o cuando después de repetir las cosas
siguen igual.
4)El preso: todo parece muy básico y sencillo de entender,
carrera de 4 años, sin embargo, puede llegar a extenderse como un chicle, se
sabe cuando se entra pero no cuando se sale, muchos pierden la cuenta de
cuantos años llevan estudiando y no saben ni en qué curso están porque van
picoteando asignaturas variadas de cada curso pudiendo acabar antes un curso
superior debido a que se le atraganta alguna asignatura de los cursos inferiores,
estas personas pueden llegar a acumular un gran nivel de frustración y no
sentirse realizadas con lo que hacen ya que siempre les están tirando su
trabajo por tierra y se les hace sentir inútiles, es por ello que este grupo
está deseando acabar para ponerse a trabajar y sentir que todo el esfuerzo ha
merecido la pena, ya sea al lado de casa o en el país más alejado del
extranjero, el máster u otras historias son cosas que se pueden hacer mientras
se trabaja o ya más adelante ya que si no algunos no empezarían a cotizar hasta
los 30 años.
5)El cómodo: a estas personas curiosamente no les faltan
ofertas de trabajo, sin embargo, son ellos los que se ponen trabas y se
sabotean por encontrar aquel trabajo de ensueño que venga como llovido del
cielo, investigando encontré dos ejemplos que me llamaron sumamente la
atención, el primero hablaba de una chica la cual después de acabar su carrera
y su máster la habían llamado de varias universidades para trabajar allí
algunas de mucho prestigio incluyendo un par en grandes capitales del
extranjero, el sueño de cualquiera, que te valoren allí por donde vas, en
cambio, rechazó todas y prefirió seguir con el doctorado y pelear un puesto en
una especie de oposición en las cuales las posibilidades de salir elegida eran
de un 20%, he de mencionar que la carrera que había estudiado actualmente en
España tiene una tasa de desempleo bastante alta, lo cual buscar esa excesiva
comodidad si las cosas no salían bien era condenarte a ocupar un puesto más en
la cola del inem durante algún tiempo.
El segundo caso me sorprendió no sé si más o menos pero no
me dejó indiferente, un joven graduado en ingeniería, recién acabada la carrera
tras muchos años de sacrificio se le ofrece un trabajo bien remunerado ; la
respuesta es parecida al del anterior: “no he estudiado para acabar de esto”
¿Acabar? Porque habrá personas que pensarán que un trabajo
es como el matrimonio de hace siglos que tenía que durar toda la vida el que
eligieras, cuando hoy esto me viene a la cabeza de Lewis Hamilton, para los que
no seáis fans de la fórmula 1 os haré un resumen para que entendáis que quiero
expresar:
En el año 2001 el piloto español Fernando Alonso, al que si
imagino que conoceréis llego a la Fórmula 1 al equipo Minardi, el peor de todo
el campeonato, estaba claro que en él pocos resultados satisfactorios
obtendría, y por supuesto así fue, sin embargo, sus grandes cualidades, su
tesón y ambición le hicieron sacarle un rendimiento al coche por encima de sus
posibilidades, esas capacidades y esa lucha por crecer cuando las condiciones
son desfavorables son lo que llamaron la atención de escuderías mejores en los
años posteriores, con el consiguiente premio del campeonato del mundo que ganó
en el año 2005 y luego en el 2006, cuando Alonso ya era el rey ( en un equipo
que era muy bueno pero tampoco el mejor) decidió seguir creciendo y se fue a McLaren
equipo que le dio un mejor contrato y coche (aunque con ellos no lograra ganar
al final) ¿dónde quiero ir a parar? El consiguió tocar techo después de 6 años,
en cambio, ese año que aterrizó en McLaren su compañero fue Lewis Hamilton, un
piloto que consiguió llegar por la puerta grande cuando era un novato, el era
un piloto muy talentoso pero aun le faltaba madurar y coger una experiencia que
le hizo comportarse como un crío malcriado en sus primeros años, ya que era el
niño mimado del director de la escudería. Si no hubiera tenido ese enchufe
quien sabe cómo habría sido su debut.
Lo que intento decir con esto es que a veces hay casos en
los que se da todo rodado y a las primeras de cambio podemos conseguir cumplir
nuestro sueño y ya quedarnos ahí, pero no suele ser lo común, no podemos ir
rechazando oportunidades, porque luego cuando aparece la que queremos es
posible que lo primero que nos digan sea: ¿qué experiencia tiene usted? Y ahí
uno se acuerde de todo lo anterior, no es malo empezar por abajo o por algo que
no sea del todo lo que queremos hacer, nadie nos obliga a quedarnos ahí para
siempre, se puede aprender mucho, engordar curriculum y madurar profesionalmente, llegando años
después a un puesto de mayor responsabilidad con las cosas claras.
Con esto no pretendo echar la bronca a nadie, ni mucho
menos, lo único que quiero decir es que hay que ser ambicioso llamar a todas
las puertas posibles y si estas se cierran seguir llamando, que no puede uno
quedarse junto al teléfono esperando esa llamada con la que soñamos, que hay
que ser pesado, hacer mucho ruido y darse a conocer, que ahora mismo hay poco
trabajo y la competencia es altísima, pero que a cualquiera que esté en primera
línea se le tendrá en el punto de mira, y eso a la larga da sus frutos.
Por último también hacer una breve mención a esa gente que
estudia a la vez que trabaja, ya sea porque quiere prosperar o porque necesita ese
dinero no por capricho sino para pagarse la carrera, es otro gran ejemplo de que el
que no consigue nada en la vida es porque así lo ha querido.
Como dijo un sabio una vez que debió fracasar muchas veces durante su vida: “Para dar una vez en el clavo es preciso dar antes 99 veces
en la herradura”